Sin importar el tipo de laboratorio que operes, es probable que estés utilizando algún tipo de material de vidrio. Esto incluye matraces, frascos, tubos de ensayo, láminas microscópicas, pipetas y termómetros, entre otros. El material de vidrio es una de las herramientas más frágiles del laboratorio, lo que lo hace más susceptible a daños. Evaluar regularmente tu material de vidrio puede ayudarte a detectar grietas, astillas y otros signos tempranos de daño. Desecha cualquier material de vidrio dañado de inmediato para evitar posibles lesiones.